Los Pueblos Prerromanos.

La Edad de los Metales se inicia con la edad del Cobre, en torno a 3.000 a.C., y continúa con la Edad del Bronce (2.000 a.C.). Hacia 1.200 a.C., tiene lugar la primera de una serie de invasiones de pueblos indoeuropeos, los celtas.
Se inicia así lo que se denomina la Protohistoria: período comprendido entre las invasiones indoeuropeas (1.200 a.C.) y la invasión romana en la segunda mitad del siglo III a.C.

La llegada de pueblos indoeuropeos, la existencia de una civilización propia hispana, Tartessos, y el contacto con los pueblos colonizadores (griegos, fenicios y cartagineses) dio lugar a la aparición en la Península Ibérica de dos grandes áreas étnicas y culturales: iberos e indoeuropeos.

A partir del siglo VI a.C., y hasta la llegada de los romanos (siglo III a.C.), los iberos eran los pueblos que ocupaban las tierras del este y sur peninsular.
Estos pueblos tenían fuertes influencias de los pueblos colonizadores, fenicios y griegos, con los que mantenían intercambios comerciales.

Su economía se basaba en la agricultura, especialmente de secano (cereales, olivos, vid y legumbres), aunque utilizaban el regadío y también se dedicaban a la ganadería (cabras, ovejas...) Conocían la metalurgia y elaboraban tejidos. Mantenían relaciones comerciales

Los iberos crearon una arte de influencias fenicias y griegas. Entre las esculturas destacan unas figuras femeninas conocidas como Damas (de Elche y de Baza). Además, crearon una cerámica de gran calidad.
LOS PUEBLOS INDOEUROPEOS

Los celtas eran ganaderos nómadas y agricultores. Conocían la metalurgia, trabajaban la cerámica, la lana y fabricaban armas de hierro y bronce.
Su economía era muy rudimentaria. No tenían moneda ni intercambios comerciales con otros pueblos, eran autosuficientes.
Vivían en pequeños poblados (castros). Se agrupaban en clanes unidos por lazos familiares. Varios clanes formaban una tribu.
Eran muy belicosos y en ocasiones se empleaban como mercenarios.

Al igual que los celtas, también eran ganaderos y nómadas. Vivían en castros amurallados, situados en lugares elevados para poder defenderse.
Los pueblos celtíberos fueron muy famosos por su belicosidad y resistencia a la dominación romana, destacando sobre todo los arévacos, pueblo que tenía por capital Numancia.

Las Guerras Púnicas.

Tras ser derrotados en la Primera Guerra Púnica, los cartagineses, al mando de Amílcar Barca, desembarcaron en el año 238 a.C., en Cádiz para unir el territorio peninsular al Imperio Cartaginés. De la península ibérica los cartagineses nutrieron a su ejército, siendo tan fundamental que no dudaron en trasladar su capital desde Cartago a la recientemente fundada ciudad de Cartago Nova, la actual Cartagena.

Desde la península, el hijo de Amílcar, Aníbal, planeó la conquista de Roma, atravesando los Pirineos y los Alpes, venciendo espectacularmente a los romanos en la batalla de Cannas.
En el año 218 a.C., dos ejércitos romanos al mando de los hermanos Escipión desembarcaron en las costas de Emporion (Ampurias). Iba a ser el comienzo del fin del dominio cartaginés en Hispania, concluyendo la contienda en la victoria romana de Zama. Comenzaba, a partir de entonces, la conquista romana de la península ibérica.
La Conquista romana de la Península Ibérica.

- (218 - 202 a.C.): las guerras contra los cartagineses y sus aliados, los indígenas, duraron doce años, hasta que los romanos lograron dominar la costa Mediterránea y vencer definitivamente a los cartagineses (202 a.C.).


En el año 139 a.C., Viriato, el principal caudillo lusitano, fue asesinado por sus propios oficiales, que habían pactado la rendición a Roma a cambio de tierras y privilegios.


- (29 - 19 a.C.): en época del emperador Augusto se sometió definitivamente a las belicosas tribus de galaicos, cántabros, astures y vascones, dándose por finalizada la conquista de la Península.

Para administrar los territorios conquistados, los romanos dividían el territorio en provincias. Al frente de estas provincias se hallaba un gobernador, del que dependían distintos funcionarios.
En tiempos de Augusto se establecieron tres provincias en Hispania: Tarraconensis, Baetica y Lusitania. A finales del Siglo III, con el emperador Diocleciano, la Tarraconensis se dividió en tres provincias: Tarraconensis, Gallaecia y Carthaginensis; más tarde se creó también la Balearica.
Las Riquezas de Hispania.

La producción agrícola aumentó considerablemente. Los romanos introdujeron avances como el arado, el uso de abonos y el barbecho. El campo era trabajado individual o colectivamente por los indígenas o por colonos que se asentaban en la Península. Asimismo, enormes extensiones de tierras (Latifundios) eran explotadas `por grandes propietarios que empleaban mano de obra esclava. En ellas se introducía trigo, aceito y vino.
La actividad artesanal, centrada en las ciudades tuvo un gran desarrollo, Ser producían armas en Tarragona, Calatayud y Toledo; tejidos en Ampurias y Játiva; salazones en la Bética...

Los productos agrícolas, artesanales y mineros se destinaban al consumo local, pero parte de ellos se exportaba a Roma y al resto del Imperio mediante el comercio terrestre, a través de una extensa red de calzadas, y el comercio marítimo.

Las ciudades de Hispania estaban unidas, entre sí y con el resto del Imperio, por una extensa red de calzadas.
Entre las calzadas más importantes se encontraban la Vía Augusta, que partiendo de Andalucía recorría todo el Levante peninsular y atravesando los Pirineos hacia Roma, y la Vía de la Plata, que unía Emerita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga).
La Hispania de nuestro entorno.
En las cercanías de Sacedón existen varios asentamientos de antiguas ciudades romanas como Ercávica (Cañaveruelas) y Segóbriga (Saelices).

Los restos hallados en las excavaciones se encuentran en el museo de Cuenca. Destacan una cabeza de Lucio César (nieto de Augusto), una cabeza de Agripina (esposa de Claudio y madre de Nerón) y gran cantidad de objetos relacionados con la vida cotidiana.
Aun con todo, Ercávica está por descubrir. Apenas se ha excavado el 25% de su totalidad.

Como toda ciudad romana tenía infraestructuras básicas: agua corriente y alcantarillado. Para el abastecimiento de agua se construyeron depósitos (aljibes) que comunicaban con la ciudad mediante acueductos. Para llevarla a las termas y las fuentes se realizaron varias canalizaciones.
La ciudad tenía teatro, anfiteatro, termas, basílicas y muralla.
AUTOEVALUACIÓN:
1.- Imagina que eres un soldado romano.
- ¿Qué dos pueblos encotrarias al desembarcar en la peninsula?
- ¿Durante cuántos años se prolongó la conquista de la Península?
2.- Unos turistas que no conocen Sacedón están interesados en Roma y la arqueología y te formulan las siguientes preguntas:
- ¿Qué dos yacimientos puedes encontrar en las cercanías?
- ¿Qué infraestructuras básicas presenta toda ciudad romana?
3.- ¿Qué avances introdujeron los romanos en la agricultura?
- ¿Qué otras actividades económicas realizaban?