miércoles, 6 de febrero de 2008

LA REPUBLICA ROMANA Y LA CONQUISTA DEL MEDITERRÁNEO

AUTORES: Nerea Baños, Lidia Fuentes, Estefanía Martín, Raquel Notario, Javier Palomino y Kevin Romero.


LA EXPANSÍON ROMANA EN ITALIA

La República de Roma es el periodo de la historia de Roma caracterizado por el régimen republicano como forma de gobierno, que se extiende desde el 510 a.C., cuando se puso fin a la monarquía con la expulsión del último rey, Lucio Tarquino el Soberbio, hasta el 27 a.C., fecha en que tuvo su inicio el Imperio.
Roma aplicó durante este periodo una política exterior expansionista. Antes de la disolución de la monarquía, Roma ya era la potencia hegemónica en el Lacio. Ayudados por sus aliados, los romanos lucharon contra etruscos, volscos y ecuos. Entre el 449 y el 390 a.C. Roma se mostró especialmente agresiva. La conquista de la ciudad etrusca de Veyes en el 396 por el militar y político Marco Furio Camilo señaló el inicio de la decadencia de la civilización etrusca. Otras ciudades etruscas se apresuraron a firmar la paz, y a mediados del siglo IV a.C.. Las victorias sobre los volscos, latinos y hérnicos dieron a Roma el control de Italia central y también la hicieron entrar en conflicto con los samnitas del sur de Italia, a los que derrotó después de las denominadas Guerras Samnitas (343-290 a.C.). Roma reprimió una revuelta de los latinos y volscos y en el 338 a.C. la Liga Latina (una confederación de ciudades del Lacio establecida muchos años atrás) fue disuelta. Las poderosas coaliciones formadas por etruscos, umbros y galos en el norte, y por lucanos y samnitas en el sur, amenazaron el poder de Roma hasta que fueron derrotadas, primero la confederación del norte en el 283 a.C. y poco después la del sur. En el 281 la colonia griega de Tarento solicitó ayuda a Pirro, rey de Epiro, contra Roma. Sus campañas en Italia y en Sicilia (280-276 a.C.) no tuvieron éxito y regresó a Grecia. Durante los siguientes diez años, Roma completó su dominio en el sur de Italia y de este modo logró imponer su poder sobre toda la península Itálica hasta los ríos Arno y Rubicón.


LAS GUERRAS PÚNICAS

(264 a.C.-146 a.C.). Durante el siguiente periodo de la historia de la República, Roma, que centraba su poder en la península Itálica, mantuvo tres guerras con la mayor potencia marítima de la época: Cartago. Roma venció en los tres enfrentamientos, conquistó las islas de Sicilia, Cerdeña y Córcega, y hasta destruyó la propia ciudad de Cartago. Obtuvo así el control del mar Mediterráneo. ¿Por qué? Porque sus territorios se extendieron al norte de África, Hispania, Grecia, Asia Menor y Siria. Roma se convirtió en una gran potencia naval.


ANÍBAL Y LA BATALLA DE CANNAS

Para dar el golpe definitivo a la guerra con Roma, Aníbal, general y político cartaginés, hijo de Almílcar Barca, decidió invadir la península Itálica cruzando los Alpes desde Hispania con su potente ejército. Tras vencer en Tesino, Trebia y Trasimeno alcanzó la ciudad de Roma pero no llegó a entrar, prefiriendo dirigirse a Apulia donde pasó el invierno. Estableció su campamento en las cercanías del río Aufidus, a finales del julio del año 216, ante la presión de los ejércitos romanos dirigidos por los cónsules Paulo Emilio y Terencio Varrón. El encuentro entre ambas tropas tuvo lugar en las primeras horas del día 2 de agosto de 216 a.C. Varrón estableció su ejército con la infantería en el centro, flanqueada a ambos lados por la caballería. Aníbal dio muestras de su excelente estrategia al disponer a su infantería en un semicírculo central, apoyada por dos alas de infantes galos y africanos, flanqueadas por la caballería, aprovechando el viento a su favor y el sol de espaldas. Ante la presión de la infantería romana los cartagineses formaron una U que envolvió a los legionarios mientras la caballería cartaginesa vencía a la romana y atacaba a los infantes romanos por la espalda. Al mediodía había finalizado la batalla con un saldo de bajas para los romanos cifrado en 70.000 soldados por Polibio, mientras que los prisioneros serían 5.000. Aníbal perdió unos 6.000 hombres y alcanzó la gloria, aunque el final de la guerra se decantó del lado romano cuando Escipión cortó el apoyo cartaginés procedente de Hispania y derrotó a Aníbal en Zama (202 a.C.).


GUERRAS CIVILES

BATALLA DE FARSALIA, CESAR VS POMPEYO

La batalla de Farsalia, librada en grecia el 9 de agosto del 48 a.c, enfrento a los ejércitos romanos de Julio Cesar y Cneo Pompeyo Magno, en el contexto de la guerra civil entre populares y optimates.

Antecedentes

Cesar se dirige a Tesalia para unirse a otra fuerzas de su partido allí presente, y Pompeyo hace lo propio. Contando con una ligera ventaja numérica y con la moral alta despues del éxito de Dyrrachium, Pompeyo ofrece batalla y Cesar acepta el desafío.



Desarrollo de la batalla

Despliegue inicial.
Los dos ejércitos enfrentan toda su caballería con la pretensión de que el ataque en ese punto decida la batalla. Sin embargo, las ideas de los comandantes sobre el desarrollo de la batalla difieren sustancielmente, y aquí es donde puede verse el genio de César. Pues mientras Pompeyo intentara vencer a su superioridad numérica, Cesar, previendo ese movimiento, planea realizar un contraataque, derrotar a la caballería enemiga y atacar.

Ataque de la caballeria pompeyana.
Para ellos, Cesar decide reforzar su caballeria con infanteria ligera, dispone 6 cohortes formando una linea oblícua en el flanco, justo detras de su linea principal, y mantiene además otras en reserva. Esto debilita bastante el centro del ejército, pero César confía en que sus veteranos aguanten el empuje del rival.

Contraataque de las cohortes cesarianas.
La batalla se inicia con las dos fuerzas aproximándose lentamente, pues para los planes de ambos bandos es importante que la batalla no se inicie rápidamente. La caballería pompeyana se lanza al ataque, pero ante su acometida la cesariana se retira.
Cuando los pompeyanos revasan las lineas enemigas, se ven atacados en el flanco por las seis cohortes y la infanteria ligera ponen fuga a los pompeyanos, pasando inmediatamente al ataque sobre el flanco enemigo.
En este momento, los legionarios de ambos bandos ya han entrado en contacto, y Cesar ordena a su reserva que refuerce el centro del ejército. Atacados por dos sitios, el ejército pompeyano empieza a desmonorarse por el flanco, y finalmente se desbanda. Viendo que la batalla está perdida, Pompeyo se retira al campamento y después huye a Egipto.

Resultado de la batalla
César escribe en los comentarios que en las dos horas que duro la batalla tuvo 200 muertos y que su enemigo unos 10.000 pompeyanos. Es muy posible que las bajas totales de César alcanzaran los 1.200 hombres. Es fácil explicar este desfase en la pérdida de hombres, si tenemos en cuenta que las tropas de Pompeyo combatieron sin orden ni concierto contra las sólidas cohortes de Cesar formadas en orden de batalla.